Esta escultura en bronce fundido a la cera perdida ésta colocada sobre una base de mármol blanco. Representa el rostro de un clásico "scugnizzo" napolitano, inspirado en la imagen de los jóvenes de las calles de Nápoles. El rostro del "scugnizzo" se caracteriza por rasgos marcados, con una abundante cabellera de pelo revuelto y una expresión vivaz y juguetona. Los ojos, grabados con gran maestría, son vívidos y parecen escrutar con curiosidad el mundo que los rodea. La escultura también presenta detalles realistas como las arrugas finas alrededor de los ojos y la boca, que confieren al rostro una sensación de autenticidad y revelan la habilidad del artista para representar la tridimensionalidad del sujeto. La firma del artista, V. Cinque, está grabada delicadamente en la base de mármol blanco. V. Cinque fue un conocido escultor napolitano del período comprendido entre 1852 y 1929, perteneciente a la escuela napolitana de principios del siglo XX. Esta escultura representa un ejemplo de su estilo artístico distintivo, que buscaba capturar la vida y el alma de los sujetos napolitanos, rindiendo homenaje al patrimonio cultural y artístico de la ciudad. Medidas: HxLxP 42 x 13 x 13cm.